Narrativas, realidades y la pelea por el MVP: Shai, Kawhi, Doncic y números que hablan

¿Quién merece más el MVP? ¿El mejor jugador de la liga o el más destacado del mejor equipo?

La NBA se mueve a través de narrativas. Como fenómeno mediático necesita drama, espectáculo, cosas que se puedan vender en televisión y con las que un público masivo pueda debatir. En las últimas tres temporadas la liga ha vivido en una lógica mediática centrada alrededor de Nikola Jokic y Joel Embiid que ha marcado la agenda diaria en la pelea por el MVP. Caído el gigante camerunés, el serbio se ha afianzado como el único candidato al premio legítimo de esta campaña, tanto a nivel de narrativa como de juego.

Sin embargo, objetivamente, hay jugadores que están mereciendo la consideración de aspirante al MVP sin apenas generar ruido.

Shai Gilgeous-Alexander es la gran alternativa a Jokic en el año del definitivo ascenso de los Thunder. El canadiense ha dado un importante salto que explica en gran medida la mejoría de OKC, tanto que no podría entenderse esta mejoría sin su presencia.

Un Shai cuyos números básicos le colocan como el tercer máximo anotador (31,1) mientras promedia 5,6 rebotes, 6,6 asistencias con un 54,8% en tiros de campo y un 36,8% de tres. Todo ello sin entrar a valorar estadísticas avanzadas, playtype y tracking, donde Gilgeous-Alexander se ubica entre los más determinantes a nivel ofensivo.

Datos, al fin y al cabo, que no llegan a ningún lado. Y es que, como ha ocurrido con otros nombres en el pasado, al base de los Thunder le falta esa narrativa que mueva su candidatura al MVP.

Y esto mismo es lo que le está ocurriendo a otros como Kawhi Leonard, Luka Doncic y, en un nivel inferior, a Jayson Tatum y Jalen Brunson.