Qué está fallando en los Bucks de Doc Rivers: La indefinición del proyecto alrededor de Lillard y Giannis

Los Bucks están siendo un auténtico desastre desde que despidieron a Adrian Griffin y el tiempo se está agotando.

No hay nada más peligroso en la NBA que una franquicia pequeña que teme que su estrella pida salir. Ahí es donde se ve el verdadero nivel de los responsables deportivos. En esta liga es importante asumir cuál es el techo del proyecto propio, saber bien las limitaciones y actuar en consecuencia. En definitiva, saber qué posición se ocupa en el mundo.

Como en las relaciones tóxicas, los Milwaukee Bucks viven en bajo la perpetua sensación de que Giannis Antetokounmpo va a solicitar el traspaso en cualquier momento. Y razones no les faltan para temer por ello. Incluso cuando ganaron el anillo en 2021 el rendimiento colectivo no fue el más brillante, por no decir que fueron el equipo al que menos le afectaron las bajas y lesiones en una temporada complejísima.

Esta situación ha generado que los de Wisconsin sean una de las organizaciones más activas siempre en el mercado. Rara vez están mucho tiempo sin completar una operación, ya sea de gran tamaño o de perfil bajo. Es decir, los Bucks no saben estarse quietos. Sin duda, tener un ojo pendiente de las oportunidades de traspaso es una buena señal, lo que no lo es tanto es que la estrategia sea reaccionar. Reaccionar como forma de sobrevivir para mantener contento a un Giannis que, simplemente, quiere ganar y competir al máximo nivel.

En febrero de 2023 Milwaukee estaba segundo de la Conferencia Este, a únicamente un triunfo de los Celtics. Tenían un ataque poco eficiente (22º), pero la defensa lo compensaba todo (2º). Las opciones de volver a luchar por el anillo eran reales para los Bucks y esta vez parecía que podían lograrlo con todas las piezas sanas. Sin embargo, todos sabemos cómo acabó aquello. Los Miami Heat de Jimmy Butler y sus fantásticos amigos pasó por encima del #1 seed en la primera ronda. En ese momento, la gerencia optó por despedir a un Mike Budenholzer que, en plenos Playoffs, había perdido a su hermano. Hay momentos y razones para cesar a un técnico y el que eligieron los Bucks no fue el mejor.

El sentimiento de urgencia por adular a Giannis les llevó a contratar a un entrenador sin experiencia como primero para liderar a un equipo contendiente. Y el consejo del griego no fue porque creyese firmemente en Adrian Griffin, sino porque no quería recibir órdenes de Nick Nurse.