5 cosas que creo que ocurrirán en el trade deadline de la NBA
Todo apunta a que será un cierre del mercado de traspasos bastante tranquilo, pero todo puede cambiar.
Como los malos estudiantes, los GMs tienden a dejar todo para el último momento. Eso, en la NBA, se traduce en que las operaciones que llevan en conversaciones desde hace meses se cerrarán o descartarán en los últimos minutos del trade deadline. Este jueves 8 de febrero, a las 21:00h de España, concluirá el mercado de traspasos, quedando los 30 equipos vistos para sentencia rumbo a la fase determinante del curso.
En enero parecía que este deadline iba a ser apoteósico. Los inminentes cambios producidos por la entrada del CBA podían llevar a algunas franquicias a darlo todo y pensar en el futuro más adelante. Pero conforme han pasado las semanas la cosa se ha ido enfriando, al menos en cuanto a rumores.
No obstante, tengo la intuición de que el mercado irá a más conforme el tiempo se vaya agotando. Y, sobre todo, espero un movimiento grande, de estos que tienes que leer varias veces la notificación para terminar de procesarlo.
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Los Lakers lo van a volver a hacer
Lakers, LeBron y traspasos. Tres palabras que van de la mano cada mes de febrero, juntas o por separado. Rob Pelinka ha acostumbrado desde que llegó James a California a realizar grandes operaciones en los cierres de mercado. Algunas le salieron genial, como Vanderbilt y Hachimura el pasado curso. Otras, no tanto, como mover a Ivica Zubac a los Clippers por Mike Muscala.
No obstante, el ruido alrededor del Crypto, la presión de LeBron en los medios y las lesiones obligan a los Lakers a moverse si no quieren tirar a la basura su temporada. El gran nombre disponible es Dejounte Murray, pero tengo dudas acerca de si los Hawks apretarán el botón ahora que han descubierto cómo se ganan partidos. De hecho, les veo más cerca de realizar una operación de gran tamaño y muchos nombres involucrados antes que un jugador que lo cambie todo.
En ese sentido, los contratos de Gabe Vincent, Russell, Christie y Hood-Schifino deberían ser piezas intercambiables en cualquier operación. Ahora bien, ¿qué necesitan los angelinos? Un base generador que acompañe a Reaves, un tirador y un buen defensor. Demasiadas cosas para lo que pueden ofrecer los Lakers.
Bruce Brown será el jugador que defina el anillo
Sí, sé que no es el titular que esperabáis leer, pero verdaderamente creo que el equipo que se haga con Brown acabará marcando la diferencia. El ex de Nuggets y Pacers es uno de esos perfiles que todo aspirante al anillo necesita. Hace de todo y, al mismo tiempo, no es especialista en nada. Su caché ha aumentado con el éxito del pasado año, pero eso no resta un ápice de valor a lo que puede sumar en un contexto ganador.
El problema que impide a Brown repetir título se llama Masai Ujiri. El presidente de operaciones de los Raptors es el típico ejecutivo que solo hace un traspaso si sabe que lo va a ganar o bien lo necesita para su presente. Y, en el mejor de los casos, solo lo hará si ganando el rival, él también sale bien parado. Ejemplo de esto fue la operación por Anunoby, sin ir más lejos.
Los Knicks serían un escenario idílico para Brown. Un ecosistema defensivo con un elenco de jugadores que se beneficiarían enormemente de su capacidad de reacción y lectura. Además, los neoyorquinos tienen rondas de Draft y contratos de relleno para poder convencer a Ujiri.
Pero si no ha ocurrido ya empiezo a pensar que es porque no va a suceder.
La siguiente opción que me encajaría serían los Thunder por idénticas razones, añadiendo además que OKC podría darle un rol crucial en la segunda unidad o bien desplazar a Jalen Williams al puesto de 3.
Los Mavs la van a volver a liar
Tengo pocas cosas claras en la vida. Una es que nunca hay que fiarse de las empresas. La otra es que los Mavericks siempre la lían en los cierres de traspaso, especialmente cuando tienen un alto sentido de urgencia.
Dallas ha sido un absoluto desastre en este curso. Sí, las lesiones han sido claves, pero eso no quita que la plantilla esté mal configurada y mal entrenada.
Huir hacia adelante ha sido la seña de identidad de los Mavericks desde que en Texas descubrieron algo evidente: que Luka Doncic es buenísimo. Han acometido operaciones donde han entregado demasiado solamente para obtener algo ligeramente mejor a lo que tenían. Una estrategia de suma cero en definitiva que podría traducirse en Kyle Kuzma en este deadline.
¿Es Kuzma mejor que Tim Hardaway Jr? Sí.
¿Tanto como para dar los pocos activos de Draft que te quedan? No.
Estas dos preguntas deberían estar impresas en la pared de la war room de los Mavericks cada vez que se plantean un escenario de traspaso. Sin embargo, todos sabemos que tomar decisiones lógicas no es el fuerte de esta franquicia.
Mikal Bridges cambiará de casa
Este es un triple que me tiro a sabiendas de que puede que no ocurra. Los Nets han reiterado a través de filtraciones que Mikal Bridges es una pieza clave de su proyecto, que han rechazado grandes ofertas de picks y bla, bla, bla. Un clásico que tiende a traducirse en que los equipos rivales tienen que darles algo mejor si quieren hacerse con él.
Llevo toda la temporada diciendo que Bridges ha demostrado ser un fantástico jugador, no así un número 1. Si yo lo tengo claro, los Nets también y Sean Marks está a punto de tomar la decisión de reiniciar el proyecto (otra vez).
Brooklyn tiene elecciones de Draft interesantes y varios contratos con los que hacer caja. Librarse de Bridges por un Karl-Anthony Towns podría ser un escenario interesante a explorar, más cuando tienen tantos expirings.
Los Warriors van a pensar con el corazón y no la cabeza
No hay nada peor que tener un equipo que fue campeón y ahora no sabe cómo ganar dos partidos seguidos. La transición de dinastía a proyecto agotado es dura de ver. Uno sabe lo que funcionó en el pasado, lo determinante que fue. Y, sin embargo, no es suficiente.
Klay Thompson no llega ni a la sombra de lo que un día fue. Ahora mismo no está ni al nivel de cuando regresó tras casi 1000 días lesionado. A Andrew Wiggins se le ha olvidado jugar al baloncesto. Draymond Green está preparando la oposición al WWE. Y Steve Kerr contando los días para irse a París.
Esto es lo que ha permitido que Jonathan Kuminga parezca un jugador aprovechable, cuando la realidad es que está lejos de ser eficiente y una realidad. Más bien, es un espejo de todo lo que funciona mal en Golden State.
Construir una dinastía es acertar tres veces en el Draft, tener suerte con los traspasos y esperar que el jugador generacional de turno no decida hacer historia. Los Warriors jugaron bien sus cartas entre 2014 y 2018 pero desde entonces han sido un desastre absoluto en la gestión, que no sobre la cancha.
Siguiendo esta lógica todo me hace pensar que mantendrán la estructura del equipo tal cual está en lugar de sanear contratos, decir adiós a viejas glorias y pensar en cómo aprovechar a Curry antes de que sea tarde.