Un "pero" a cada candidato al anillo
Con apenas tres semanas por delante para que empiecen los Playoffs qué mejor momento que este para sacarle punta a un lápiz.
Cuando uno se aproxima al final de la fase regular cuesta sacar conclusiones del rendimiento ofrecido por los diferentes equipos en la contienda por las posiciones principales. Las dinámicas importan mucho, el momento afecta. Hay franquicias que han despertado tarde y llegan en plena forma y otros que hicieron los deberes en el primer cuarto de curso y ahora van en velocidad de crucero.
Por eso mismo dar un paso atrás y tomar algo de perspectiva resulta crucial de cara a poder tener una imagen completa de cómo pueden llegar a ser los Playoffs.
No obstante quiero hacerlo con un formato diferente, buscándole una duda que me generan o que preocupa rumbo a la definición al título.
Pero antes…
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Denver Nuggets
El irrepitble nivel de Jamal Murray el año pasado
Ver a los Nuggets llegar a lo más alto en 2023 fue posible, en gran medida, por explosiones descomunales de Jamal Murray. El estado físico y el rendimiento continuado del canadiense ha sido el contrapeso que ha acompañado a Denver desde 2017. Y en estos Playoffs creo las cosas irán por el mismo camino.
Asumiendo que los Nuggets son el mejor equipo de toda la NBA hay que reconocer que cuesta encontrarles pegas. Pese a esto y que Jokic sea el mejor jugador sobre la faz de la Tierra les veo a los de Colorado mucho más limitados que un año atrás.
Murray se ha perdido relativamente pocos encuentros esta temporada, jugando 54 de 74 posibles, pero el canadiense arrastra problemas físicos desde hace varias semanas. Esta es la gran clave por resolver por parte de unos Nuggets que no pueden confiar en que Aaron Gordon o Porter Jr sean sus segundas opciones ofensivas cuando Murray no está.
Boston Celtics
El clutch
Que un equipo que ha ganado 58 partidos y perdido 16 en el momento que se escriben estas líneas debería ser garantía de éxito rumbo a Playoffs. Y estoy de acuerdo. Sin embargo, 12 de esas 16 derrotas se han producido en el clutch para los Celtics.
Hay dos formas de aproximarse a esto. Los fans dirán que, hasta cuando pierden, compiten. La otra perspectiva va más por el hecho de que su balance podría ser incluso mejor de haber pulido su rendimiento en los cierres.
La realidad es que el balance de Boston en el clutch es preocupante. Un 20-12 (62,5%) puede ser un síntoma a tener en cuenta. El bajo volumen de encuentros con marcador apretado se puede traducir en que los Celtics han conseguido buena parte de sus triunfos a base de un gran comienzo o una superioridad manifiesta respecto al otro rival. ¿Pero qué ha pasado cuando este ha aguantado el chaparrón? Problemas.
Sin pretender caer en determinismos típicos con los equipos que ganan mucho y dominan la fase regular, no es menos cierto que en Playoffs las victorias no se forjan igual. El ejemplo más claro de esto ocurrió la campaña pasada donde los Celtics terminaron con un 24-13 (64,8%) de balance en el clutch y en Playoffs bajaron a 5-6 con un -11,4 de net rating.
Oklahoma City Thunder
Previsibilidad ofensiva
Analizando a los Thunder estos días para un contenido muy interesante que pronto verá la luz he podido comprobar que con OKC no hay término medio. Su estilo baila en el filo de una navaja con nulo margen de maniobra. El sistema ofensivo se sustenta principalmente en tres ejes: aclarados explícitos, bloqueo directo entre Chet y SGA/Jalen o secuencias de tríos (staggers, pin downs y Spain P&R).
¿En qué se traduce esto? Es una propuesta brillante para Playoffs solo si se sabe elegir y atacar a la perfección el mismatch. La simplicidad ofensiva es un punto a favor en la lucha por el título por mucho que los Teodositas digan lo contrario. La complejidad ha de venir en defensa. Por eso mismo los Thunder me resultan tan intrigantes.
Su sistema podría llevarles a plantarse en las Finales o bien caer en Primera Ronda. Y todo tiene que ver con la transferencia que consigan hacer de su estilo. Si evitan caer en la previsibilidad como les ha ocurrido en ciertos encuentros llegarán lejos. Si no, quizá les elimine unos Suns o unos Lakers.
Milwaukee Bucks
Todo
Me cuesta encontrar un solo “pero” a uno de los equipos más decepcionantes de lo que va de curso, uno que solamente ha logrado mantenerse en segunda posición por el paupérrimo nivel de la Conferencia Este. Un segundo que está a 11 partidos del primero, la mayor distancia desde los Heat y Knicks de 2013 (12).
Sin querer repetirme en todo lo escrito y dicho durante toda la temporada simplemente quiero poner el acento en la defensa. Desde que llegó Rivers los Bucks son el penúltimo equipo en puestos de Playoffs (1-6) que mayor porcentaje permiten a los rivales en la zona y pintura (63,6%) y antepenúltimo en precisión del rival al triple (37,3%).
Dos aspectos fundamentales de cara a los Playoffs donde van a tener que sacarse un conejo de la chistera si quieren pasar de segunda ronda con ese ataque tan terrorífico.
Minnesota Timberwolves
La creación de juego
Los Timberwolves han sido toda una sorpresa esta temporada, una de las positivas además. Su rendimiento atrás es una de las grandes razones por las que tienen opciones serias de liderar el Oeste, así como la explosión de Anthony Edwards.
Sin embargo, con la baja de Towns se les han empezado a ver (más) las carencias a nivel ofensivo.
Minnesota no ha destacado en esta temporada por su brillantez en ataque, de hecho han sido siempre un equipo en la media de la liga, con y sin KAT. La cuestión es que sin el pívot su ofensiva se ha vuelto más unidimensional por razones obvias. Un problema que de cara a Playoffs les va a costar caro. Me cuesta verles pudiendo sobrevivir a base de explosiones de Edwards y confiando en su gestión, más cuando Naz Reid (16,8) ha sido su segundo máximo anotador.